En un momento en que los grandes bancos franceses son señalados por las ONG por la financiación de los combustibles fósiles, surgen nuevos jugadores con un objetivo: ser más éticos y transparentes con los clientes en el uso de su dinero . Banco ético, social, verde… ¿Qué son? ¿Se cumple la promesa de invertir en proyectos eco-responsables o sociales? En este contexto, que banco elegir ?
Los bancos franceses en la mira de las ONG
En marzo, 500 ONG publican un informe que señala lainversión de los principales bancos franceses en combustibles fósiles. BNP Paribas, Crédit Agricole y Société Générale serían incluso los campeones europeos en financiación de gas y petróleo…
Los bancos tradicionales no son sistemáticamente malos alumnos según el estudio de la ONG, porque La Banque Postale, por ejemplo, se comprometió en 2021 a dejar de financiar energías contaminantes para 2030. Una toma de decisiones ejemplar según algunos expertos.
Los consumidores son cada vez más sensibles al futuro del planeta y son alertados regularmente por los diversos informes del IPCC (panel intergubernamental sobre el cambio climático), por lo que la cuestión del uso de sus ahorros por parte de los bancos se convierte en una preocupación real.
Para diferenciarse de los grandes grupos bancarios franceses, han surgido fintechs como Green-Got o Helios con una ambición clara: "limpiar el dinero" de sus clientes mediante una cuenta bancaria y una solución de ahorro denominada "ética", esto significa que los fondos depositados o las cuotas recaudadas se utilizarán para financiar causas ambientales, sociales y/o solidarias. Por su parte, los bancos online quieren ofrecer más ofertas de banca eco-responsable como Monabanq y sus tarjetas bancarias fabricadas con materiales reciclados.
¿Cuáles son los bancos éticos del mercado?
Helios, el neobanco hecho en Francia
El neobanco Helios -cuyo nombre está inspirado en el dios griego del sol- es disponible en el mercado desde marzo de 2020. Su credo: ofrecer a sus clientes una cuenta bancaria eco-responsable en la que cada euro depositado se utilizará para financiar un proyecto respetuoso con el medio ambiente.
Apoyado en SolarisBank, Helios cuenta con servicios bancarios idénticos a un neobanco tradicional (una cuenta, una tarjeta, un RIB y una app), con una diferencia: la seguridad de que su dinero no participará en el desarrollo de energías contaminantes. Desde entonces, una cuenta de ahorro ha enriquecido la gama Helios con el lanzamiento del Livret Avenir, con el que los ahorros de sus clientes tendrían un “impacto positivo”.
Actualmente, Helios solo ofrece cuentas bancarias individuales y conjuntas y una cuenta de ahorro, pero en el futuro surgirán nuevos productos: una cuenta premium, una cuenta bancaria pro o incluso una solución de inversión.
Monabanq y sus proyectos solidarios
Monabanq es un banco en línea que ya está bien establecido en el mercado de la banca en línea. La voluntad de orientar sus compromisos hacia causas ecológicas, solidarias y éticas no es nada nuevo, pues la banca online siempre ha mostrado su apoyo a asociaciones como Aldeas Infantiles SOS desde 2019.
Para reforzar este compromiso, Monabanq ha ido más allá con el lanzamiento de tarjetas bancarias fabricadas con materiales reciclados, el establecimiento de una alianza con la asociación ecologista Eco-Tree y la disponibilidad de un servicio gratuito para calcular su huella de carbono, Verde de Monabanq. La estimación de sus emisiones de CO2 no es la única función que ofrece Monabanq, también se dispone de asesoramiento para ayudar a los clientes a controlar su consumo para reducir su huella de carbono.
OnlyOne: “ahorro positivo”
Only-One fue una de las “100 start-ups para invertir en 2022” según Challenges. Esta fintech creada en 2019 quiere participar en el mundo del mañana ofreciendo a sus clientes una oferta de banca eco-responsable y un seguro de vida solidario y ecológico gracias a los cuales los consumidores pueden invertir en proyectos y empresas respetuosas con el planeta.
Adiós a las industrias contaminantes, al tabaco o incluso al armamento, Only One apuesta por causas ecológicas y solidarias como la protección de la biodiversidad, la lucha contra el calentamiento global o la lucha contra las desigualdades.
En la práctica, los clientes disponen de una cuenta bancaria francesa IBAN con tarjeta bancaria Mastercard para realizar sus transacciones del día a día, pero también de servicios innovadores como el cálculo de la huella de carbono de cada gasto.
Cada mes, el tablero de la aplicación móvil muestra la huella de carbono mensual del cliente compararlo con la media de la población francesa. Una forma divertida de que los consumidores tomen conciencia de su impacto en el medio ambiente.
Desde el punto de vista del precio, Only One se alinea con Helios con una cuenta corriente online desde 3€ al mes. Según su fundador, Kamel Naït-Outaleb, las suscripciones mensuales ascienden a 6000 por mes, por lo que el banco móvil tiene una nueva ambición, alcanzar las 15 a finales de año y ser rentable en 000.
Green-Got, la apuesta por la Amazonía
¿El último banco móvil ético hasta la fecha? ¡Verde conseguido! Fundado por el francés Camille Caillaux, el neobanco tiene una oferta de banca eco-responsable bastante cercana a Helios, porque el objetivo es similar: brindar servicios bancarios esenciales a sus clientes y asegurarles que sus depósitos tienen un fin ecológico.
El compromiso es aún más fuerte en Green-Got, porque los clientes participan directamente en la conservación de la selva amazónica. De hecho, con cada pago realizado con tarjeta de crédito, parte de la comisión del comerciante se dona a Climat Partner, una ONG que trabaja para la conversación de la selva amazónica. Según el banco móvil, una transacción de 10€ puede proteger 1m2 de bosque.
Green-Got ha optado por ofrecer solo una oferta bancaria paga para garantizar su independencia de los principales grupos bancarios franceses. No hay lavado verde, entonces.
En comparación con los bancos tradicionales, estos llamados neobancos “verdes” no tienen como objetivo sistemático alcanzar los mil millones en ganancias, sino que simplemente se vuelven rentables al tiempo que ofrecen a sus clientes transparencia sobre los proyectos en los que se gasta su dinero. Con una población cada vez más concienciada, es una apuesta segura que los establecimientos bancarios más tradicionales seguirán sus pasos para acabar paulatinamente con la financiación de industrias contaminantes, como La Banque Postale.