Un obstáculo importante para la fusión nuclear industrial, como se esperaba en el reactor experimental Iter que se ubicará en Cadarache, cerca de Marsella, ha sido superado en el laboratorio, anunció un equipo internacional en el periódico británico Nature Physics.
Los investigadores han demostrado experimentalmente una solución que elimina un problema importante: la erosión de las paredes internas del reactor debido al calentamiento provocado por inestabilidades en el plasma. Actualmente, ningún material es capaz de resistir estas repentinas descargas de energía. Para evitar estas inestabilidades, bastaría con "perturbar levemente el campo magnético" confinando la mezcla gaseosa de deuterio y tritio llevada a muy alta temperatura, el plasma, para "hacer que este campo se vuelva caótico en el borde", según los autores de el artículo.
Los investigadores, que trabajan bajo la dirección de Todd Evans de General Atomics (San Diego, California), creen que esto podría resolver un obstáculo al que se enfrentan todas las instalaciones que trabajan en la fusión, los tokamaks, como Iter. A este trabajo se han asociado varios establecimientos, como la Asociación Euratom-CEA de Cadarache.