Dos nuevos estudios, publicados en la revista Science el 24 de marzo, confirman el impacto del calentamiento global en el aumento del nivel del mar.
Confíe en los climas del pasado ...
Para tener una idea de las probables consecuencias del calentamiento global sobre el aumento del nivel del mar, investigadores del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR) y la Universidad de Arizona simularon computacionalmente el último período prolongado de calentamiento hace 130 años. Los océanos estaban entonces al menos seis metros por encima de su nivel actual.
La glacióloga Bette Otto-Bliesner de NCAR y su colega Jonathan Overpeck de la Universidad de Arizona, se basaron en datos paleoclimáticos, particularmente de corales fosilizados y núcleos de hielo.
Bette Otto-Bliesner señala que "los casquetes polares de los polos ya se derritieron en un pasado lejano provocando que el nivel del mar subiera bruscamente con temperaturas que entonces no eran mucho más altas que las de hoy". Por eso la comparación parece interesante.
... para predecir nuestro futuro
Los dos estudios muestran que con el aumento actual y sostenido de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, las temperaturas de verano podrían aumentar en el Ártico de 3 a 5 ° C a finales de siglo. .
De hecho, científicos del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo (NSDIC) señalaron en un estudio publicado a finales de 2005 que, durante los últimos cuatro años, la temperatura media en la superficie del Océano Ártico fue, entre enero y agosto de 2005, 2 a 3 grados centígrados más que en los últimos cincuenta años.
A nivel planetario, más bien esperamos, en los escenarios más optimistas y deseables, un aumento de 2 ° C en la temperatura promedio de la Tierra para 2100; el ártico experimentaría entonces, con un excedente de 1 a 3 ° C, las condiciones climáticas que imperaban hace 130 años, el último período cálido entre el anterior y la última glaciación.
Nótese que este calentamiento previo fue entonces consecuencia de una variación en el eje de rotación y la órbita de la Tierra, y no de un aumento en el contenido de gases de efecto invernadero.