Tomando nota de la realidad del calentamiento global en la década de los 90, y de la responsabilidad humana en estas desregulaciones, los líderes políticos han iniciado una política para luchar contra el calentamiento global. El Protocolo de Kioto, que entra en vigor en febrero de 2005, es el ejemplo más actual de una estrategia para reducir los gases de efecto invernadero. Sin embargo, esta política no deja de dividir a los países industrializados, poco inclinados a cuestionar su modelo de crecimiento, ya los países del Sur preocupados por sus proyectos de desarrollo.