Pero ¿no es a través del artificio de
antropocentrismo y de sus propios engaños que “
comunidades humanas” se guían en sistemas deterministas y traspasan el umbral de la transgresión hacia sus diferentes vectores? Después, siempre podemos establecer una especie de prueba cronológica entre ellas, pero se pueden confundir porque no necesariamente hay hermeticidad entre las creencias:
¡Así ciertas ficciones, ciertos “sistemas deterministas”, pueden cohabitar con otros! A modo de ejemplo (sin ningún orden en particular):
— el "pecado" original (transcrito en el sentido de "consumo", Janic se quejará ^_^ ...disculpas);
— sectas (no te quejes)
— política que tiende al adoctrinamiento (y no a la liberación a través del esfuerzo colectivo);
— la astucia de la termodinámica (¿cómo la expresas? ¿O el individuo ante un hecho consumado...?);
— la pregunta recurrente de “
travail(Quiero decir sujetos al consumo... los hombres no siempre han 'trabajado';
— oferta VS demanda;
— la continuación del paradigma dinero VS deuda (creación de dinero y todo lo que gira en torno a él);
— la conexión entre el “mercado” y un pseudo “Nuevo Orden Mundial”);
— la xenofobia, incluso y sobre todo volviendo a la esclavitud(*) que sólo ofrece una única lectura de la “realidad”... (¿y nos devuelve a los valores ficticios y finalmente nos devuelve al todo?).
Los valores ficticios que hacen que los humanos se conviertan en “
objetos en cambio material y temporal”, nos llevan a comprender las limitaciones vinculadas al saqueo de los recursos energéticos, que se nos escapan pero que traicionan una parte de este comportamiento antropocéntrico, así como el desprecio por el mundo de quienes son objeto de él y con quienes interactúan sin comprender la finitud.
En definitiva, la transgresión parece haberse convertido en una especie de “
dictadura de la norma** a través del cual se expresa el determinismo (los gobiernos apelan a McKinsey y luego nos dicen “
que no hay otra manera de reformar”) ...y eso que dirige la pelota, ¡es una fábrica de imposturas!*** Lo que nos convierte en esclavos.
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* (En la novela ficticia
"Amado" de T. Morrison, todo es sugerente, rayano en los extremos, ya que el personaje de la Novela llega a elegir el fin absoluto de matar a sus hijos... Lo digo porque las limitaciones del sistema deben lograr empujar mucho de ellos hasta tales extremos, aunque ningún final es definitivo... ¡el determinismo predominante es poderoso!)
Todo este contexto, lleva a ver la pesadilla de la esclavitud desde dentro, como a veces en 'los engranajes de la economía'.
** cito a Roland Gori
***Cito de nuevo a Roland Gori
(deformación profesional)