por Ahmed » 22/08/08, 15:52
El TCS y la siembra directa que, en su resultado lógico, constituyen una hermosa ilustración de lo que trato de sugerir a lo largo de mis intervenciones.
En lugar de buscar soluciones más satisfactorias a los problemas basados en datos antiguos y contingentes (contingentes pero percibidos como sellados con el sello de necesidad), es urgente cuestionar el problema en sí mismo y tratar de ver las cosas desde adentro. Un ojo nuevo. También es un desafío para nuestra imaginación.
Este enfoque evita la trampa de mover el problema más que resolverlo. No es tan fácil, ya que nuestros automatismos culturales son tan poderosos.
Es bastante divertido preguntarse por las razones que llevaron a la práctica del arado profundo y la labranza intensiva.
En primer lugar, existen razones psicológicas: el trabajo se valora en nuestro universo cultural, lo que favorece lo que va en la dirección de un intervencionismo más intenso y más frecuente.
La segunda razón es técnica: desde el momento en que el agricultor tiene una potencia mecánica creciente, ya no se limita a arar la superficie de la tracción animal. Puede dar rienda suelta a la ilusión de dominar la naturaleza.
Desde el momento en que se inventa algo, ese algo se utilizará, incluso si no es necesario. Es una observación desafortunada que nos ha llevado muy lejos.
Porque uno puede muy bien imaginar que la invención es un producto espontáneo de la capacidad imaginativa del hombre, sin que uno no deje de ser perspicaz en cuanto a la utilidad real de la aplicación de esta invención.
En pocas palabras, lo hacemos porque podemos hacerlo y no porque tenemos que hacerlo.
El último sería agronómico: cuanto más oxígeno aportamos al suelo al agitarlo, más aceleramos la mineralización de la materia orgánica, por lo tanto, estimulamos más el crecimiento de las plantas, pero esto, al degradar rápidamente el suelo.
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"Por favor, no crea lo que le estoy diciendo".