Algunos ecotipos de ajo (Allium sativum L.) son capaces de florecer y producir semillas botánicas, sin embargo la selección clonal sigue siendo la más valiosa para aprovechar la abundante diversidad genética que posee esta especie y sus variedades botánicas (var. Sativum , var. ophioscorodon, var. pekinense). Estos cambios y la fuerte interacción que presenta este cultivo con el medio ambiente, como el relacionado con el termo y el fotoperiodo, hace que los ecotipos, biotipos, variedades y cultivares se confundan a nivel mundial. La selección clonal puede ser masiva o individual. La selección masiva es más eficaz desde el punto de vista de la cantidad de “semilla” adquirida, pero más retrasada en cuanto a las mejores respuestas. La selección individual alcanza más rápidamente los objetivos propuestos, pero es más lenta para alcanzar grandes volúmenes de “semillas”.
En el transcurso de seis o siete años, se puede lograr una nueva variedad de ajo, capaz de superar en ensayos comparativos a las plantas de control local. Después del registro formal en un registro, este nuevo material entra en la etapa de producción de “semillas”.
Entendido que plantas de ajo regeneradas del cultivo in vitro de tejidos (callos) mostrada marcada variabilidad para características fenotípicas como altura de planta, número de hojas, peso y forma de los "dientes" (bulbillos), características de las "bulbillos" cabezas ”(Bulbos), coloración de hojas envolventes y presencia de bulbillos aéreos, desde las cuales fue posible la selección de somaclones sobresalientes que posibilitaron la creación de nuevos cultivares.
La existencia de una variación genética para el número de bulbillos fue confirmada por la respuesta a la selección, que la posibilidad de obtener clones con distribuciones muy diferentes. En pruebas entre clones experimentales de ajo “colorado” se verificó una mayor variación en peso y una alta, positiva y significativa (P ≤ 0,01) correlación fenotípica entre diámetro y peso, que osciló entre 0,939 y 0,715 (López Frasca et al., 1997)
Luego de la cosecha se analiza para cada familia el rendimiento (diámetro, peso y PER: peso específico relativo), y con una presión de selección aproximada al 50% se eliminan todas aquellas familias con mal comportamiento regular (Burba, JL, 1997b).
Repitiendo este proceso, en el transcurso de 6 ó 7 años puede lograrse una nueva variedad de ajo, capaz de superar en ensayos comparativos a los testigos locales.
Se entiende por adaptación la capacidad que tienen los organismos para modificar su comportamiento ante una nueva situación y se aceptan ellos tienen mecanismos capaces de lograrlo (Burba, 1997a).
El ajo, originario de zonas con inviernos rigurosos y fotoperiodo primaveral largo (alrededor de 40 ° N), se ha dispersado adaptándose hasta en regiones tropicales, sin embargo el "precio" de esta adaptación se evidencia por la modificación de la pungencia, conservación poscosecha y calidad estética (gran número de dientes asociados a deformaciones o escaso número de dientes asociados a bajos rendimientos).
http://docplayer.es/12508892-Plantulas- ... a-gov.html