El cierre de los dos reactores nucleares en la planta de Fessenheim es claramente una decisión tomada para complacer a los ambientalistas. Pero también es una muy mala noticia para el medio ambiente. Y especialmente por el clima. Emmanuel Macron, a quien le gusta presentarse en la escena internacional como uno de los defensores más ardientes de la lucha contra el calentamiento global, es consciente de que la energía nuclear es una energía de masas que no emite (casi) gas efecto invernadero, y por lo tanto no contribuye al calentamiento global. Al prescindir de una instalación que produzca 1,8 GW de electricidad libre de carbono, Francia corre el riesgo de aumentar sus emisiones de gases de efecto invernadero, y esa no es la promesa de instalar 300 MW de energía solar en Haut-Rhin que cambiará mucho en la ecuación. https://www.lefigaro.fr/sciences/la-fer ... e-20200211
Lo que dice el pato: