Una gasolinera en las afueras de Berlín. Un automovilista se detiene para repostar. Bajó la pistola, conectada a una curiosa máquina llena de diales. De repente, un ronroneo: el hidrógeno fluye libremente en el tanque. Unos minutos más tarde, nuestro hombre se fue al volante de su automóvil eléctrico. Sin ruido, sin emisiones de CO2. Cero contaminación.
Ciencia ficción? Para nada. Esta "estación de hidrógeno" existe. Construido por Total a fines de 2002, de manera experimental, permite que el grupo petrolero realice pruebas a gran escala de esta energía del futuro. "Los primeros resultados son alentadores, pero todavía estamos en las primeras etapas", comenta Jean-Michel Gires. Según el Sr. Desarrollo Sostenible del gigante francés, pasarán unos veinte años antes de superar los innumerables problemas que se interponen en su camino. Pero veinte años en el mundo del petróleo ya es mañana. Y los mayores (BP, ExxonMobil, Shell, Total ...) se están preparando activamente para ello. Al centrarse en el hidrógeno, pero también en otras energías alternativas, al retrasar el final de la edad de oro del crudo tanto como sea posible, al forjar nuevas alianzas estratégicas en países prometedores, e incluso, finalmente, por s inventando nuevas profesiones en servicios energéticos.
Extracto de la expansión ... único problema, son las compañías petroleras las que desarrollan y lanzan esta energía cuando se vuelve rentable para ellos, no cuando la Tierra dará señales preocupantes de calentamiento (¡ya está bien comenzada!).