Más allá de la dictadura del PIB EL MUNDO | 31.01.09/14/49 | XNUMX:XNUMX
Diga la palabra "decrecimiento" frente a un economista, y lo verá poner los ojos en blanco, acusarlo de querer la miseria del tercer mundo y, presumiblemente, girar sobre sus talones y despotricar contra los ambientalistas atrasados. Pero resulta que ... ya nos estamos encogiendo. Por la crisis, ¿quién es por primera vez en mucho tiempo para bajar el nivel del producto interno bruto (PIB)? No. Por el daño continuo que la humanidad inflige al capital natural del planeta, es decir a todos los recursos biológicos que sustentan sus actividades.
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Pero, si este daño está documentado por miles de estudios sobre el cambio climático, la crisis de la biodiversidad, la multiplicación de la contaminación, no pudo ser sintetizado por un indicador significativo. Nada para oponerse al reinado del PIB, que se ha convertido en el fetiche del enriquecimiento y el bienestar. Aumento del PIB, bien. PIB más bajo, malo. Y cuando el PIB sube y, sin embargo, la sociedad muestra cada vez más manifiestamente sus molestias y tensiones, es ... ¡que no sube lo suficiente! En cuanto a la crisis ecológica, bueno, este es otro asunto, que el PIB no puede medir, y que por lo tanto es secundario ...
NUEVOS INDICADORES
De la misma forma que era necesario pasar de la medicina de los médicos de los que se burla Molière a la medicina infecciosa inspirada en Pasteur, así debemos pasar de una "ciencia económica" a una visión de la sociedad humana en el siglo XXI que piense prosperidad general en relación con su entorno. Para empezar, se necesitan nuevos indicadores. La buena noticia es que, en los últimos diez años, ese índice se ha desarrollado y fortalecido gradualmente: "la huella ecológica" está despertando un interés creciente en los círculos académicos.
El libro de Aurélien Boutaud y Natacha Gondran es, por tanto, oportuno: explicando en términos claros y rigurosos el método desarrollado por Mathis Wackernagel y William Rees durante diez años, es hasta donde sabemos la primera presentación en francés de esta herramienta esencial. . La presentación comienza con la primera pregunta: "¿Cómo es limitada la capacidad del medio ambiente para satisfacer nuestras necesidades actuales y futuras?" Para entender esto, un recordatorio del funcionamiento general de la biosfera resalta el juego de interrelaciones que allí se establecen y que la energía es suministrada por el Sol, a través de diferentes formas incluyendo la esencial de la fotosíntesis.
La economía se reduce a la modestia: "La esfera de las actividades humanas (" la econosfera ") depende íntimamente de la biosfera de la que extrae su energía y sus materias primas". Por lo tanto, "la actividad humana no puede continuar desarrollándose a largo plazo si la biosfera sufriera daños demasiado graves". Pero "¿la econosfera moviliza hoy más servicios de la biosfera de los que esta última puede regenerar?"
Para responder, debemos comparar la cantidad consumida y la cantidad ofrecida. Esto es lo que hará el método de la huella ecológica, al reducir los tipos de ecosistemas (bosques, tierras cultivadas, pastos, etc.) a una unidad común, la "hectárea global". Es a la vez productor de biomasa y asimilador de dióxido de carbono, principal gas de efecto invernadero. El método logra así definir la huella ecológica de diferentes países o de toda la Tierra.
Por supuesto, la huella ecológica tiene vacíos, que el trabajo no deja de señalar: deja de lado los materiales minerales, el agua, los elementos tóxicos y los desechos radiactivos y deja poco espacio para la erosión de la biodiversidad. Pero, no obstante, es una herramienta que nos permite comprender que ... se han excedido los límites. Desde 1987, según este índice, la humanidad ha consumido más servicios naturales de los que la biosfera puede regenerar, es decir, consume su capital natural. La siguiente pregunta lógica, que la huella ecológica no responde, es la de la dimensión del capital natural. En otras palabras: ¿cuánto tiempo puede durar sin un desastre general? ¡Economistas verdes, en el trabajo!
La Huella Ecológica, de Aurélien Boutaud y Natacha Gondran, La Découverte "Repères", 128 p., 9,50 €. Inédito.
Hervé Kempf
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