Francia ya opera sus plantas de carbón
Debido a la falta de suficiente generación de energía nuclear y eólica, Francia ha comenzado a operar sus centrales eléctricas de carbón en las últimas semanas. En cuestión: la falta de viento y nuevos daños técnicos en EDF, que también adolece de congestión en las operaciones de mantenimiento y un cambio en su horario de trabajo vinculado al Covid-19.
Ecos 18 Sep 2020
Si la crisis del coronavirus, y especialmente las medidas de contención, provocaron una caída drástica de las emisiones de CO2 en la primavera, otros efectos hoy compensan claramente esta buena noticia para el clima. Según los datos publicados por el operador de la red de transmisión de electricidad RTE, Francia ha encendido sus centrales eléctricas de carbón en las últimas semanas. Este jueves 17 de septiembre suministraron el 2% del mix eléctrico nacional, o 824 megavatios, al mediodía.
Es cierto que esta cifra es modesta en proporción al consumo francés, pero no obstante sigue siendo sorprendente, a mediados de septiembre, cuando las temperaturas son anormalmente altas y los radiadores aún no están encendidos. De hecho, estas centrales eléctricas, cuyo número se limita a cuatro en Francia, se movilizan con mayor frecuencia en pleno invierno para hacer frente a los picos de consumo de electricidad.
Precios de la electricidad al alza
Sobre todo, este recurso temprano al carbón no parece suficiente para satisfacer las necesidades eléctricas del país. Según RTE, las medidas de “load shedding”, es decir, el aplazamiento del consumo por parte de las empresas que se comprometen a aplazarlas o moderarlas por remuneración, se han utilizado en los últimos días para reducir el consumo.
Además, Francia ha sido un importador mundial de electricidad en los últimos días. Estas importaciones provienen principalmente de Alemania, donde la producción de electricidad genera más emisiones de CO2 que en Francia. Un contexto que impulsa al alza los precios de la electricidad: el lunes 14 de septiembre alcanzaron un pico de 120,62 euros, en Francia, al final de la jornada.
Nuevo daño técnico
En cuestión: la escasa disponibilidad de la flota de reactores nucleares de EDF. De sus 56 reactores, 24 están actualmente parados. Las causas son múltiples y van mucho más allá del cierre de Fessenheim.
En Chooz (Ardenas), los dos reactores EDF se están cerrando debido a su posible impacto en el flujo del Mosa, que ya está limitado debido a las condiciones meteorológicas. En Cattenom, Penly, Blayais, Flamanville, Bugey y Paluel, los programas de mantenimiento se han ampliado en uno o más reactores debido a nuevas fallas técnicas. Por último, dos reactores son objeto de medidas de ahorro de combustible destinadas a hacer frente a un invierno tenso debido al aplazamiento de los trabajos de mantenimiento en medio de una crisis sanitaria.
Vientos muy débiles en Europa
"La concomitancia de este contexto con el gran reacondicionamiento [el programa que pretende prolongar la vida útil de los reactores nucleares de EDF, nota del editor] crea un atasco de operaciones de mantenimiento", confirma EDF. A esto se suma el cierre de la planta de Fessenheim. Completado en junio, esto eliminó mecánicamente dos reactores de la red eléctrica francesa.
La energía nuclear no es la única responsable de este fenómeno. En Europa, el clima también juega en contra de las energías verdes y, en particular, la eólica. "Un anticiclón se ha extendido por Europa y está provocando vientos muy suaves", dice RTE. La semana pasada, la energía eólica suministró así el 2% del mix eléctrico francés.
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