La conclusión lógica, "la naturaleza es una mierda", es entonces esencial ya que el saqueo de los recursos naturales y la destrucción de la biosfera no es el fin, sino la consecuencia de la acumulación de capital (que por definición no tiene fin). Libre de todas las limitaciones imaginando una esfera que es ajeno a nosotros, un poco como el colonialismo supone el racismo.
La aceleración del proceso destructivo no sólo resultante de este proceso aumentativo, sino de la dificultad cada vez mayor para lograrlo, permite que los "positivistas" triunfen: "¡Mira, la riqueza material nunca se ha producido en tanta abundancia!"; es sólo que las condiciones de extracción del valor abstracto se tornan muy difíciles por el desalojo generalizado del trabajo vivo y la multiplicación de trabajos improductivos (según el criterio del valor abstracto) que gestionan la complejidad sistémica, que obliga a multiplicar la mercancía en una escala nunca antes alcanzada. A pesar de ello, el sistema colapsaría sin el recurso masivo al valor ficticio (doble *) cuya inyección masiva compensa esta incapacidad.
* Es ficticio en un primer sentido donde este valor refleja una relación social basada en el trabajo humano y en un segundo sentido, en la medida en que esto ya no es cierto en el caso de estas infusiones que, conceptualmente, asumen que las condiciones de esta comisión serán volver a ser posible más tarde ...
