Mi día sin Google, el difícil redescubrimiento de Internet
Una prueba más en mi carrera como periodista hiperconectada. A raíz del cambio de política de privacidad de Google, el viernes 2 de marzo, tuve el desafío de vivir y trabajar un día sin Google para estudiar alternativas a los servicios que se han vuelto muy comunes.
De la mañana a la noche, paso mi tiempo rodeado de tecnologías desarrolladas por Google: el navegador Chrome, Google.fr, Gmail, Google docs, YouTube y sobre todo, el sistema móvil Android que utilizo en mi smartphone y tableta. Pequeño informe de este lunes cuando intenté reemplazar mi adicción a Google por soluciones más abiertas.
Cuando me despierto, mi teléfono inteligente Android es reemplazado por dos objetos: un reloj despertador clásico y un Nokia N95, prestado por un amigo. El Nokia N95, un dispositivo con conexión móvil 3G, hoy no puede abrir Google. Por tanto, basta con llamar por teléfono o enviar SMS.
Primer reflejo de la mañana: revisar mis correos electrónicos de Gmail en mi PC. El servicio se reemplaza aquí por una dirección vinculada a mi sitio personal, que utilizo en su versión web (el Roundcube "Webmail" en este caso) para el día. Transferir mis correos electrónicos y contactos desde Gmail es bastante sencillo, con Google utilizando métodos estándar.
La única dificultad en esta transición fue acostumbrarse a una nueva interfaz, menos rica que la de Gmail, y a un espacio de almacenamiento más pequeño. Es difícil encontrar un sistema de administración de correo electrónico en línea tan conveniente que simplemente clasifique todos sus mensajes a medida que llegan, sin recurrir a un software "cliente" instalado en una computadora como Mozilla Thunderbird. La falta de una vista holística de los mensajes en cadena, introducida por Gmail, también es bastante confusa.
ADIOS GMAIL, CHROME Y GOOGLE.FR
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