- La primera hipótesis afirma que el coronavirus es de origen natural, en particular animal. Los investigadores han confirmado este origen.
- ¡Otra hipótesis es la de un laboratorio de investigación biológica P4, ubicado precisamente en China en Wuhan! La combinación de circunstancias de este laboratorio de investigación de virus más peligroso tan cerca del epicentro oficial de la epidemia parece tan curiosa que esta hipótesis es tenaz
- Algunos también argumentan la coincidencia de este virus que está provocando el colapso de la economía del país en el que se propaga ... con los últimos conflictos económicos entre Estados Unidos y China. Ahora se reconoce que las guerras económicas más efectivas son las provocadas por virus, ya sean virus informáticos, que se infiltran en las redes digitales y las bloquean, o biológicas, que paralizan la población activa. ¡CQFD! ... El coronavirus sería, por tanto, una especie de "misil" biológico dirigido a los chinos en el contexto de una guerra económica.
- Algunos también evocan un origen militar, incluso bioterrorista ... un virus desarrollado militarmente que habría sido mal controlado o propagado deliberadamente en el marco de un ataque biológico, como los ataques con gas sarín hace unos años. años
También tenga en cuenta este análisis realizado por colapsólogos que han estado anunciando un colapso inminente de nuestra sociedad durante meses. Esperaban un colapso económico, pero finalmente fue un virus biológico que iniciaría este colapso económico, seguido de un colapso general.
En resumen, aparte de la primera hipótesis de origen natural y completamente al azar, las otras hipótesis cuestionan al ser humano.
¿Escuchaste otras hipótesis? ... (excepto la de un signo celestial que traduce la ira de Dios, o un fin inminente del mundo ...)
En el mismo sentido, aquí hay un retorno de una epidemia aterradora, la de la peste negra que devastó Marsella y el sur de Francia en 1720 y para la cual los historiadores confirman hoy un origen humano basado en la codicia humana, en particular el del alcalde de Marsella en ese momento, Jean-Baptiste Estelle, dueño del cargamento de telas orientales contaminadas por la peste, y a quien había desembarcado en el puerto de Marsella para venderlo: