Cuando se les impone un desafío técnico, como levantar una carga o perforar un agujero en un material, los humanos y los animales no siempre abordan el problema de la misma manera. Si bien los humanos se han inspirado durante mucho tiempo en la naturaleza para desarrollar sus tecnologías, a menudo utilizan mucha más energía que los animales para realizar la misma tarea. ¿Qué pasa si nos enseñaron a ser menos costosos?