La Región Autónoma del Tíbet (China, suroeste) alberga ricos recursos geotérmicos capaces de suministrar centrales eléctricas con una capacidad instalada total de al menos un millón de kw, según un miembro tibetano de la Academia de 'Ingeniería de China.
Una investigación preliminar realizada por el académico Dorji y sus colegas mostró que la meseta Qinghai-Tibet, ubicada en promedio 4 m sobre el nivel del mar, era una mina de oro de recursos geotérmicos.
“Esto va en contra de la teoría tradicional según la cual estos recursos existen solo en regiones volcánicas a baja altura”, indicó el geólogo, primer académico tibetano.
El Tíbet abunda en recursos geotérmicos que representan el 80% del total del país. Las estadísticas aún incompletas muestran que la región tiene 700 áreas geotérmicas, 342 de las cuales son explotables y contienen energía equivalente a 31,53 mil millones de toneladas de carbón.
Se han descubierto campos geotérmicos a lo largo del ferrocarril Qinghai-Tíbet, el ferrocarril más alto del mundo en construcción. Su explotación contribuirá al desarrollo económico de las regiones a lo largo de la línea ferroviaria, dijo Dorji.
Hasta la fecha, tres centrales geotérmicas construidas en el Tíbet tienen una capacidad instalada combinada de 28,18 megavatios, y una de ellas, la central eléctrica ubicada en Yangbajing, produce más de 100 millones de kwh de electricidad al año.
Sin embargo, los expertos estiman que la industria geotérmica de la región todavía tiene un enorme potencial de explotación, ya que esta nueva energía ahora contribuye con un 30% a la red eléctrica local.
Dorji agregó que aprovechar al máximo estos ricos recursos ayudaría a generar más electricidad y mejorar la estructura energética, la última de las cuales es energía limpia, reciclable y segura.
"Proporcionará electricidad y calefacción al ferrocarril Qinghai-Tibet y se puede utilizar en el turismo, así como en la atención médica y la piscicultura", señaló.
La investigación y el desarrollo de la energía geotérmica en la meseta Qinghai-Tíbet se remonta a la década de 1960.