Después de Oslo, Estocolmo, Singapur o más recientemente Londres, es el turno de Milán de instalar, a partir del 19 de febrero, un peaje destinado a elevar su congestionado y contaminado centro de la ciudad.
Los no residentes deberán adquirir un billete de entrada, cuyo precio variará en función de la contaminación provocada por su motor. Este "impuesto verde" debería costar entre 3 y 4 euros. El peaje se hará primero mediante la compra de boletos "raspa" y luego, posteriormente, la ciudad estará equipada con puertas para peajes automatizados y terminales electrónicos.
Cada día laborable, más de 600.000 coches entran en Milán, donde, en 2005, la contaminación del aire superó los límites 105 días al año.
Fuente: Econologique.info