¡Viva, prospere, consuma…! Un análisis de rejilla del comportamiento cambiante del consumidor. Emitida el 28 de junio en Arte.
En la sociedad de consumo moderna, lo nuevo y lo bello ya no son suficientes: tienes que poseer (a veces en varias copias) los productos más recientes y eficientes. Las compras ya no están destinadas a satisfacer necesidades básicas, sino a satisfacer nuestros deseos, ser envidiados, impresionar. Consecuencia: la felicidad que proporciona la adquisición de un nuevo objeto es siempre más efímera; estamos en las garras de un sentimiento constante de insatisfacción. Además, la vida útil de los productos disminuye constantemente, lo que conduce al agotamiento de los recursos y la acumulación de desechos. Detrás de la actitud de estos compradores bulímicos hay un escenario de desastre real. ¿Es demasiado tarde para detener la máquina que hemos puesto en marcha? Sociólogos, psicólogos, filósofos, especialistas en marketing y publicidad vuelven a los límites del consumismo y a nuestra frenética búsqueda de la felicidad.
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